Hola Cristalina, ¡dichosos los ojos! me alegra verle de vuelta por aquí y sobre todo me alegra que nos vuelva a deleitar con su pintura. Le echábamos de menos. Me gusta como va evolucionando su cuadro aunque cuando veo a la mujer que está tumbada en el lecho de rosas sin espinas, no se, como que me da un dolorcillo en el cuello.....Quizás el olor de las rosas sea un buen analgésico!
Para dolores de cuello, Samantha, el de Frida Kahlo. La pobre sufrió un accidente de tráfico de pequeña y se quedó maltrecha de la espalda para el resto de sus días.
Con todo el dolor que padeció pintó hasta pocos días antes de morirse.
Hola Cristalina: a mí también me da gusto volver a ver este blog activo. Espero que el encargo que tiene no le absorva demasiado y podamos seguir la evolución de este cuadro que promete y que por llevar tanto tiempo en ejecución pública ya uno le coge cariño y a uno ya le genera hasta ansiedad el querer saber cómo terminará.
¿Cómo y dónde fue lo del "haber" de Luis García Montero?
Bonita frase, Samantha, la del dolor; es usted una poetisa (o una poeta, como parece que se dice ahora) de la altura de Luis García Montero, pero sin faltas de ortografía.
Ja, ja, ja, qué metedura de pata. Por otra parte el artículo parece un cuento escrito por un chaval de bachillerato. Eso sí, reconozco que ganaría el primer premio del concurso del instituto, o al menos el segundo.
10 comentarios:
Hola Cristalina,
¡dichosos los ojos! me alegra verle de vuelta por aquí y sobre todo me alegra que nos vuelva a deleitar con su pintura. Le echábamos de menos. Me gusta como va evolucionando su cuadro aunque cuando veo a la mujer que está tumbada en el lecho de rosas sin espinas, no se, como que me da un dolorcillo en el cuello.....Quizás el olor de las rosas sea un buen analgésico!
Para dolores de cuello, Samantha, el de Frida Kahlo. La pobre sufrió un accidente de tráfico de pequeña y se quedó maltrecha de la espalda para el resto de sus días.
Con todo el dolor que padeció pintó hasta pocos días antes de morirse.
Eso sí es admirable.
Hola Cristalina: a mí también me da gusto volver a ver este blog activo. Espero que el encargo que tiene no le absorva demasiado y podamos seguir la evolución de este cuadro que promete y que por llevar tanto tiempo en ejecución pública ya uno le coge cariño y a uno ya le genera hasta ansiedad el querer saber cómo terminará.
¿Cómo y dónde fue lo del "haber" de Luis García Montero?
Saludos
Hombre, Aspergufio
Menos mal que se ha asomado por aquí. Creía que ya se me había ido vd desesperado por mi larga ausencia.
El encargo que me han encargado, un retrato familiar, por supuesto que irá después de terminar esta obra.
Mire, aquí está la perla del filólogo español:
Para darle de tortas
Tiene razón Cristalina, sus cuadros y autorretratos pintados desde la cama dan fe de su sufrimiento y también de su fuerza. Una mujer admirable.
El dolor es difícil de domesticar, pero se llega con él a pequeños pactos que te permiten seguir adelante con tu vida.
Un abrazo
Bonita frase, Samantha, la del dolor; es usted una poetisa (o una poeta, como parece que se dice ahora) de la altura de Luis García Montero, pero sin faltas de ortografía.
Ja, ja, ja, qué metedura de pata. Por otra parte el artículo parece un cuento escrito por un chaval de bachillerato. Eso sí, reconozco que ganaría el primer premio del concurso del instituto, o al menos el segundo.
Sobre su lecho de rosas
duerme en porretas la dama.
¿Por qué no duerme en su cama?
(Si es que, se ven unas cosas...)
Porque huye de su marido
la señora sin pijama
se ha marchado de la cama,
no soporta los ronquidos.
Y en el tunel proceloso...
¿Por qué posa
un señor que va en camisa.
que es de raso,
toda rosa?
De esa exégesis preciso,
pues me paso
horas muertas indeciso
sobre el caso.
Tiene deudas con el fisco
que le enrosca.
Escapa porque le ofusca
la borrasca
gigantesca.
Para colmo la odalisca,
una fresca,
su estipendio le confisca.
(Vaya gresca)
Publicar un comentario